Una joven cuyo nombre no quiero mencionar, tenia un gran caràcter y una arroyante personalidad, su felicidad hacìa alegrar desde la màs oscura penumbra hasta la mas horrible tempestad. Siempre tenìa una sonrisa para compartir, unas palabras para alentar, unos chistes para contar, Para ella toda su vida era incomparable y especial, dulce y sin igual, pues no tenìa ningùn tipo de complicaciones, ni amarguras por arreglar.
Pero esta joven ahora triste està, esa lucecita que la hacìa resplandecer, poco a poco se marchò. De un momento a otro su carisma decayò, su alma se inundò y su corazòn se apresò entre las màs fuertes cadenas del temor. Su salud no està bien, ella se siente mal; influyente sociedad tù le has causado esta enfermedad.
La joven se siente gorda, sabiendo que delgada està, se mira al espejo y màs flaca se quiere encontrar. No come, hace ejercicios, toma pastas, el tiempo pasa y aun inconforme consigo està. se aflige fàcilmente, du llanto se torna incesable, pues se siente impotente al ver su meta inalcanzable. Adelgaza y adelgaza cada dìa que pasa; su cuerpo ya no aguenta pero su idea persiste, la humanidad la incita a seguir adelante, no ve que la muerte se encuentra en frente. Criticas y comentarios por doquier, pero ante esos ella indiferente es, no acepta su problema, no quiere recibir ayuda; pero ahora todas sus esperanzas se han agotado, pues al cegarse solo àngel pudo llegar a ser.
JOSÈ ALEJANDRO LOZANO ARIAS.
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